🎨¡Hola, queridos artistas!
Las lágrimas de los niños llegan rápido—tan repentinas como la lluvia de verano. Una rodilla raspada, un crayón roto, un juguete arrebatado antes de tiempo.
Lloran con todo el rostro, sin esconderse, sin vergüenza. Su tristeza es ruidosa, honesta, fugaz.
A veces las lágrimas significan “estoy cansado”, o “te necesito”, o simplemente, “aún no tengo las palabras”.
Y así como caen, se secan—borradas por un abrazo, una distracción, una voz suave que dice: “Está bien”.
Hay algo puro en la forma en que lloran los niños. Nos recuerda que sentir profundamente no es algo que deba darnos miedo.
¿Listo? Es un momento solo para ti. ¡Disfrútalo!🖼️🖌️
