🎨 ¡Hola, queridos artistas!
María llegó, cansada pero radiante, con las manos sobre la vida que crecía en su interior. Isabel, ya mayor y con el vientre lleno por Juan, sintió a su hijo saltar de gozo al oír la voz de María. Las dos mujeres se abrazaron, con lágrimas en los ojos—una joven, otra con experiencia, ambas elegidas. En ese momento tierno, compartían no solo sangre, sino propósito. Sus hijos, aún ocultos bajo sus corazones, ya se reconocían—Espíritu encontrando al Espíritu. La habitación callada se llenó de algo eterno. Esperanza. Promesa. María tomó las manos de Isabel, y rieron suavemente, temblando de asombro. Dios estaba cerca. Y sus hijos cambiarían el mundo.
¿Listos? Este momento es solo para ustedes. ¡Disfrútenlo! 🖼️🖌️
