🎨 ¡Hola, queridos artistas!
Él colgaba bajo un cielo oscurecido,
Y, sin embargo, en Sus ojos, ni miedo ni quejido.
Los clavos sostenían más que carne y hueso—
Sostenían un amor que el mundo jamás conoció.
Sus brazos se abrieron, no solo por dolor,
Sino para acoger al perdido, al que carga con temor.
Las espinas, aunque agudas, fueron corona,
Donde llovió la misericordia y descendió la gracia.
La cruz, antes cruel, ahora brilla sin fin—
Un símbolo de luz eterna en su jardín.
Pues en esa hora, nació la esperanza,
A través del quebranto, cayó la balanza.
Él dio Su vida, pero no murió—
Porque el amor vive, y nos elevó.
¿Listos? Este momento es solo para ustedes. ¡Disfrútenlo! 🖼️🖌️
